Carnifex oficia Ceremonia de Corazón Oscuro en CDMX

Black Halo Photography

Carnifex regresó a México, en esta ocasión de la mano de Orion Productions y presentando su más reciente material "Bury Me In Blasphemy", rindiendo además su gira más extensa en nuestro país, con 5 fechas distribuídas en algunas de las ciudades más importantes del terriotiro nacional. El HDX Circus Bar fue la sede para la Ceremonia de los corazones negros que los oriundos de San Diego habían programado para su destino final en la Ciudad de México el pasado Domingo 10 de Marzo.

El evento y el acceso iniciaron en punto de las 20:00 y la audiencia iba siendo recibida por la contundente energía de Dead Legacy quienes abrieron las primeras grietas que culminarían en el derrumbe del recinto con su banda estelar aquella noche. El segundo acto fue tomado por "Onslaught" y el Progressive Metalcore de The Horror Between Us, ubicando quizás el momento más técnico del evento. La función estelar está cada vez más cerca, pero el programa advierte sobre la presentación del lujurioso monstruo de tres cabezas, Deathmask, quienes dan una clara demostración de pericia y experiencia en el stage a pesar de que estuvieron debutado en vivo en esta gira. El Pit cimbró la pista por primera vez con el feroz Deathcore DeathMetaloso de esta terna y la audiencia quedó enganchada totalmente con la brutalidad y crudeza de su concepto satánico y libidinoso; el atroz ultraje de su ejecución muscial y su presencia escénica fueron la chispa que incendió por primera vez el infernal suceso. 

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La hora se había llegado y hasta donde podía ver, el recinto estaba a tope. Shawn fue el primero en subir al escenario, uniéndosele Cory, Fred y Jordan uno a uno, ajustando sus instrumentos e iniciando el ritual, mientras los feligreses esperábamos a Scott para oficiar la ceremonia. Tan pronto como se apagaron las luces, comenzó el lúgubre opening de "Dark Heart Ceremony" y justo después del saludo, el sermón comenzó con la frase "Leave this world to die on it's knees" seguido del cántico de los fieles "Are these the voices of my dead friends? They put this words in my mouth and this gun to my head" y amenizado por un frío solo de guitarra a cargo de Jordan Lockrey. En segunda instancia llegó "Drown Me In Blood" retumbando con violencia pero manteniendo el semblante tétrico de su predecesora y "Slow Death" completó la santa trinidad de su último álbum de larga duración que no había sido tocado en vivo de este lado del continente. "Hatred And Slaughter" inyectó adrenalina y subió los ánimos con su implacabale breakdown y un intenso pedaleo para abrir paso al salmo principal, "Bury Me In Blasphemy", misma que fue ejecutada con una fuerza y malevolencia increíble, como si se tratase de una de las canciones más viejas de la banda, y aunque parecía que la mayoría de asistentes no estaban preparados para recibir esta canción en vivo, el grito de "Breath Death into me" y "No rest for the soulless" no pasaron desapercibidos, el solo de guitarra encajaba perfecto con las programaciones de un sintetizador sinfónico y la vigorosa instrumentación se alineaba a la perfección.

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Hasta este punto, el asunto había reventado ya más de un par de veces y la banda estaba extasiada con la colosal respuesta de los asistentes que parecían bautizados con sudor e impacientes de continuar desmadrándose en el circle pit y la elegida para ello fue la despiadada "Pale Ghost". Las peticiones no faltaron y aunque al fondo se oían gritos que demandaban "The Diseased And The Poisoned", "Entombed Monarch" o "Lie To My Face", la banda continuó su setlist con "In Coalesce With Filth And Faith", pieza obligada para el compromiso que llevó las cosas a otro nivel más nostálgico y eufórico por la naturaleza machacante y los fuertes breakdowns en su composición. "Black Candles Bruning" y el himno de los no muertos cerró el repertorio del "Slow Death", y abrió paso al episodio más esperado del concierto, ese en el que por fin escucharíamos sus clásicos, algunos de nosotros por primera vez en vivo; se efectuó el cambio de guitarras, Scott miraba a su ansioso público  con malicia creando una tensión que reventó al sonar las primeras notas de "Die Without Hope", el ímpetu creció exponencialmente y los asistentes nos quedamos afónicos repitiendo el ya emblemático coro "Remember my words but forget my face" mientras Scott se cubría el rostro con la mano izquierda, "every fucking scar screams your name" y extendiendo el hype con la oscura "Dark Days". Lewis menciona que nos remonatremos al Carnifex del 2006 (2007) en el siguiente duelo y todos sabemos que no hay mejor pieza que "Lie To My Face" para definir aquella etapa, entre squeals y chugs la banda hace una pausa para que cada uno de los asistentes gritara el clásico "WHAT THE FUCK!?" previo a uno de los breakdowns más icónicos del Deathcore. Finalmente, el set ha puesto uno de los temas más decisivos e importantes, quizás ese que marcó un antes y un después en la carrera de la banda, "Hell Chose Me" cual conjuro termina de desatar el infierno en el HDX, el fraseo en los screams "God Damn my life, God damn this world, I didn't chose hell" van preparando el camino, mientras que el china va marcando el paso  - "Three words" - exclama Scott, incitando a la fanaticada a gritar "HELL-CHOSE-MEEEEEE" hasta el final de su presentación.

Sin duda alguna, el evento fue magnífico y digno de una banda de la talla de Carnifex, el épico performance fue paralelamente respaldado por el recinto y el audio en general que fueron mucho más que aceptables; salvo el acceso al recinto, lo demás fue viento en popa y se notó la buena planeación que ha venido caracteriznado a Orion Produccions, productora que sigue consolidándose y ganando prestigio evento tras evento.

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Fotografías de Black Halo Photography