Dentro de las distintas escenas musicales, es muy común ver evolucionar las bandas o artistas en su búsqueda de un sonido capaz de alcanzar un público más grande, como la experimentación en otros géneros que es también una técnica de marketing inmensa.
Desde Let the Ocean Take Me (2014), la agrupación australiana logró un auge que los posicionó entre las bandas más importantes del post-hardcore (a pesar de que ya tenía una gran base de fans) y
no solo en cuanto a ventas, sino también en las millones de reproducciones que alcanzaron sus vídeos que posteriormente se convertirían en himnos.Tras el alcance que logró esta obra, lanzarían dos años más tarde This Could Be Heartbreak (2016), álbum que pasó sin pena ni gloria ya que era una repetición sonora de su antecesor, aunque si llegó a tener cierto éxito comercial.
Desde Let the Ocean Take Me (2014), la agrupación australiana logró un auge que los posicionó entre las bandas más importantes del post-hardcore (a pesar de que ya tenía una gran base de fans) y
no solo en cuanto a ventas, sino también en las millones de reproducciones que alcanzaron sus vídeos que posteriormente se convertirían en himnos.Tras el alcance que logró esta obra, lanzarían dos años más tarde This Could Be Heartbreak (2016), álbum que pasó sin pena ni gloria ya que era una repetición sonora de su antecesor, aunque si llegó a tener cierto éxito comercial.
El día de hoy lanzaron a nivel mundial Misery, su sexto álbum de estudio que desde su anuncio y con la presentación de dos sencillos Ivy (Doomsday) y Feels Like I'm Dying (ambas presentados en formato de filme), ya mostraban un cambio ligero en su sonido y un excesivo uso de sintetizadores, además del protagonismo que toma Ahren con sus voces melódicas, dejando a Joel en un segundo plano donde interviene brevemente en cada una de las doce canciones que componen el disco. Y es que lo anterior, es un resumen de lo que aconteció a lo largo de la pobre producción de TAA, repiten la misma fórmula que vienen usando desde hace cuatro años con la adición de elementos electrónicos (que anteriormente no eran tan notorios y solo alcanzaban cierto grado de importancia).
Al principio con el lanzamiento de los sencillos parecía un material un tanto interesante, diría que más llamativo por su parte audiovisual. El problema inicia cuando oímos el álbum completo, ya que en ningún punto el disco conecta con el oyente lo cual lo hace lento y repetitivo, de esto solo queda el afán de que termine lo más pronto posible.
Lastimosamente no hay algo que podamos destacar de este material, lo más notable fue el intento probar los sintetizadores de una forma más completa y llena para cada una las canciones, como consecuencia se llega a saturar esta parte electrónica, siendo probablemente el elemento más "innovador" por parte de esta banda, ya que los instrumentos siguen repitiendo las mismas secuencias, los mismos breakdowns y los coros que desde Let the Ocean Take Me venimos escuchando a diferencia de que como se dijo con anterioridad, la agresividad por parte de Joel ahora se cubre por la voz limpia de Ahren, infortunadamente esto no agrega ni quita valor a Misery, es la misma etapa pero planteada de una forma más comercial.
Misery pasa a ser uno de los discos más decepcionantes del 2018 que solo demuestra que the amity affliction se quedó estancado en LOTM , pero en su intento de atraer un nuevo público, solo deja un desazón para sus más fieles seguidores que vienen decepcionados desde su producción de dos años atrás y que esperan que para su próximo trabajo, logren cerrar aquella etapa de aquel monstruo que les llevó a ser reconocidos a nivel mundial.
Lastimosamente no hay algo que podamos destacar de este material, lo más notable fue el intento probar los sintetizadores de una forma más completa y llena para cada una las canciones, como consecuencia se llega a saturar esta parte electrónica, siendo probablemente el elemento más "innovador" por parte de esta banda, ya que los instrumentos siguen repitiendo las mismas secuencias, los mismos breakdowns y los coros que desde Let the Ocean Take Me venimos escuchando a diferencia de que como se dijo con anterioridad, la agresividad por parte de Joel ahora se cubre por la voz limpia de Ahren, infortunadamente esto no agrega ni quita valor a Misery, es la misma etapa pero planteada de una forma más comercial.
Misery pasa a ser uno de los discos más decepcionantes del 2018 que solo demuestra que the amity affliction se quedó estancado en LOTM , pero en su intento de atraer un nuevo público, solo deja un desazón para sus más fieles seguidores que vienen decepcionados desde su producción de dos años atrás y que esperan que para su próximo trabajo, logren cerrar aquella etapa de aquel monstruo que les llevó a ser reconocidos a nivel mundial.
CALIFICACIÓN:
4.0/10
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