Reseña: Parkway Drive - Reverence

Los monstruos australianos de Parkway Drive vuelven a dar de qué hablar con quizá su material más ambicioso y controversial. Hablamos de un disco que rompe todos los esquemas de lo que conocemos y recordamos sobre la banda originaria de Byron Bay. Habiendo encarado momentos difíciles y de dolor, Reverence es quizás su disco más pesado en el sentido de que es crudeza pura, lleno de angustia y congoja, un tributo al peso en sus corazones al mismo tiempo que aprovechan para lanzarse al vacío de la experimentación musical y tocan terrenos inexplorados que dan como resultado una gama de nuevos panoramas. Siendo un seguidor de PWD desde los tiempos de Don’t Close Your Eyes, he puesto atención a la historia de los íconos del metalcore y a pesar de extrañar la violencia que imponían en entregas como Horizons, me asombra la evolución que han trabajado al punto que explotan todo lo que tienen en sus manos para crear la música que les apasiona sin olvidar sus raíces, porque, muy lejos de lo que piensa la mayoría puedo decirles que este material no es apto para oídos quisquillosos pues aún posee esa fuerza imparable con la que PWD firma sus canciones.

Introducido con una lúgubre entrada, el talento del frontman Winston McCall no repara en liberar su coraje apenas en el primer minuto con su vigorosos guturales que lo caracterizan mientras le declara la guerra a la divinidad en ‘Whishing Wells’. Fastidiados por la pérdida y el dolor, los riffs de las incesantes liras guían el camino del duelo, recobrando la fuerza que PWD siempre ha interpretado y mostrando un ambiente brutal que termina en un acelerado y devastador breakdown. Tratando de recuperar la esencia de su anterior trabajo, ‘Prey’ es el fiel sucesor de ‘Vicegrip’ al contener el coro más pegajoso del disco y ese estilo groovy que hipnotiza en sus shows en vivo, trayendo consigo una serie de riffs e intervalos melódicos que encandilan y probando una vez más que no es necesario una fórmula obtusa para lograr una rola que prenda audiencias. Muy al contrario, y con tremenda robustez, el bajo de Jia da entrada a ‘Absolute Power’, una rola que condena a la corrupción que tiraniza este mundo. Olas de pesados riffs ondean a un ritmo sugestivo parecido al manifestado en ‘Crushed’. El bajo reluce a media pieza mientras que Winston y las percusiones de Gordon nos posicionan ante un cerdo breakdown que golpea con furia.

Cita del artista:

"Reverence representa la más honesta y personal grabación que hemos creado. Ha nacido del dolor, el sacrficio y la convicción, con el fin de expandir no sólo lo que Parkway Drive representa musicalmente sino quiénes somos como personas."
-Winston McCall (Parkway Drive)

Sorprendiendo en curva, ‘Cemetery Bloom’ expone la primera de nuevas intenciones por parte del grupo. Mediante una atmósfera de sintetizadores y coros etéreos, el contenido hablado de Winston resuena a través de un crescendo de percusiones y acordes, homenajeando a los bienaventurados. ‘The Void’ agrega otro sabor a través de riffs que evolucionan constantemente en secciones melódicas y resaltan las intensas vocales, tremendos acordes que, aunque no exponen brutalidad, son extrañamente empalagosos e incitan al headbanging. Agregando mayor rigor, Winston distingue su talento en ‘I Hope You Rot’ mientras pasa de rugientes estrofas a abominar los crímenes de la iglesia con una voz áspera cercana a los escuchados en el black metal, acompañado de coros beatíficos que gritan al cielo“Libera nos”. Las guitarras resplandecen en una serie de intervalos melódicos y riffs fugaces que contrastan la crudeza de las líricas, lástima que dejaron el solo de guitarra de Jeff para desvanecerse en el final, espero en sus conciertos le saquen provecho. Con ‘Shadow Boxing’ se tiene otra faceta de PWD al escuchar las primeras vocales limpias por parte del frontman y la presencia de orquesta. Mediante un acompañamiento de piano, la canción se transforma en una carrera de fugaces versos que rayan en el rap que a la mano de agitados riffs generan una atmósfera de ansiedad, consumándose con una inclusión de cuerdas orquestales.

‘In Blood’ ofrece otra versión más precipitada del familiar sonido de PWD al ser un tributo a ellos mismos, azotando con tremendas percusiones e intensos coros que terminan enfilando hacia un castigador breakdown. ‘Chronos’ es a mi parecer la mejor pieza de este material, que además de poseer una mayor duración en comparación con el resto del repertorio, reúne componentes trascendentales del sonido del grupo llegando a apreciarse cualidades de Atlas y Ire. Simplemente una joya tanto en su contenido lírico como en composición instrumental adaptando elementos orquestales. Para concluir el disco no tenemos brutalidad, al menos no técnicamente, pero si en pensamiento. En ‘The Colour Of Leaving’ Winston suelta sus penas con un discurso a voz limpia mientras reproduce una escena melancólica en conjunto con una sección de cuerdas que solemnemente enmarca la escena. Un bello poema al desconsuelo que cierra sustancialmente el material.

Parkway Drive es considerado el grupo más influyente del género en esta última década, no sólo por la bestialidad en su ejecución ni por su dominio en el escenario, sino por la osadía en ir expandiendo sus horizontes a lo largo de los años. Reverence presenta un contenido lirico de excelencia, composiciones que no tienen rival en cuanto a escritura y ejecución y un contenido conceptual que logra su objetivo. PWD se adentró a su lado atmosférico y oscuro, con un Winston transmutando de canción en canción asombrando con diferentes técnicas, probando una vez más su superioridad como vocalista, y unos instrumentales que abordan diferentes direcciones musicales combinando los ritmos sugerentes de un metal más moderno con el aplastante sonido que están acostumbrados a ofrecer. Un material súbito, lleno de sorpresas que bien brindan una nueva perspectiva acerca de su música y, sin embargo, muy en lo sutil, se siente la presencia de la bestia australiana.

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9.0