Reseña: "Billy The Kid" - Gorilla

No pretendo sobrevaluar un disco ni mucho menos vender humo o hacer que la polvareda encubra una valoración equivocada, pero tampoco que la mezquindad sea la respuesta para una propuesta que si bien pueda sonar aburrida y monótona, por momentos resulta tan tirada de los pelos que se convierte en proyectil que tiene como finalidad abrir la mente en diferentes direcciones.

Este Gorilla propiedad de los centroamericanos Billy The Kid nos escupe su hardcore severo y de tinte callejero, que si bien suena repetidas veces a lo mismo, en cuanto al desempeño instrumental, nos muestra en su ruta varios giros los cuales descolocan la mente y esa línea que cualquiera podría imaginar al prestarle atención a los breaks que pueblan todo este material. Y esa mixtura de géneros es fácilmente reconocible desde los primeros segundos del 1000 Leones, que es la puerta a este ambiente de follaje enmarañado y tupido, con sus toques de reggae y un sonido peculiar, que enciende alarmas por su relación con una corriente de moda y que limita con lo más resistido por estos rumbos, todo el relax se va alejando y da lugar al hardcore rudo con arrolladores breaks y voces group, Judas replica la rudeza y da rienda suelta a toda la ira, potencia de principio a fin, como dije quizá suene repetitivo pero oh¡¡ sorpresa llega Gorilla Trap, track que sospechosamente tiene la frase Trap,  y el panorama cambia drásticamente los breaks, doble pedales y screams enmudecen y en su lugar se arma una melodía que limita entre el reggae y ragga y eso que reluce en el título Trap (aunque me quedo con las dos etiquetas iniciales), como si no fuera poco incursiona Huba Watson, una de las cabezas del proyecto centroamericano “Do Not” para darle más style al momento fresh, que finaliza con un fragmento al más puro estilo hip hop.

Continuando se halla otra gran colaboración, la de Scott Vogel de la banda Terror, con ello se elabora Wolfpack, retorno al hardcore hecho a la vieja usanza, esta dosis de escuela clásica y toques straight edge toma su segundo aire con Víboras, al igual que en la primera ronda estos señores toman dos piezas para mostrar su lado más conservador y vehemente, quebrando la línea en el siguiente paso, este cambio llega gracias a Talión, una pista tirada al viento complementada por la improvisación de las dos voces, la improvisación obviamente es en sentido figurativo, pues no es una batalla de gallos, sino una composición que divaga por los alrededores del hip hop y el rap cargada de liricas acidas y directas.

Y si se habla de gorillas y leones, por qué no de un jaguar, o mejor aún el Gran Jaguar, bateria y rasgueos de cuerdas mesuradamente pesadas, en resumen la dosis exacta de lo que se venía dando en los tramos más hardcore, por ahí se encienden las alarmas pero antes de mencionar ese detalle llega el interlude cortísimo y veloz a cargo de X – 506 y tras ello Muertos en Vida con la misma misión de todos sus antecesores, expeler la rabia contenida en busca de liberación y tranquilidad, “Hay que lidiar con nuestros propios demonios”. He aquí Gorilla Dub, un feat de xCypherx, encendiendo las alarmas con un sonido peculiar que lleva este material a rincones peligrosos, pero por suerte no pasa de inquietar los primeros 6 segundos pues luego se convierte en una obra musical al estilo jamaiquino, cargado de beats y teclas característicos del ritmo caribeño.

El Dub se transforma en Crew, entonces llega Gorilla Crew y con ello también la rapidez, esa que nos lleva a entrarle a un buen mosh y corear a todo pulmón las liricas, sean simples o complejas, Lázaro se muestra como cortado por la misma tijera, misma fuerza y esencia. Para cerrar cae Jamal con su toque al más puro estilo de las corrientes centroamericanas, para ello se valen nuevamente de la colaboración de Huba Watson, que como en principio aporta su cuota con esa voz peculiar para hacer de este extenso track, 5.17 minutos, un proyectil que te dejara colgado después de tanta guitarra estruendosa y batería retumbante, todo esto tan solo con unas cuentas notas del bajo, tecleos, beats y voces que siguen un ritmo sabroso.

Culminando este viaje sonoro me pregunto qué pensaría Bob Marley al escuchar este Gorilla, quizá el contexto y muchas otras cosas hacen desaforada esta pregunta, pero, desde mi perspectiva, este material tiene buenas muestras de ambas corrientes, ya sean exactas o que se derivan de ellas vale decir Reggea y Hardcore. Entonces Bob sonreiría.

75/100

Fb/BillyTheKid