Sensaciones encontradas me atacan a la hora de reseñar este
nuevo álbum de una gran banda, de eso no hay ninguna duda, por un lado
muchísimas cosas a favor, pero por otro, varios síntomas de ese mal del que
suelen sufrir aquellos quienes hace rato están en la cresta de la escena. En
primer lugar, la disminución de la agresividad se va haciendo notar de a poco,
sigue siendo un álbum de Metalcore con grandes dosis de nuevo Post Hardcore,
pero cada vez se escuchan más coros y voces melódicas que sin desmerecer a
Telle, no es lo que más me atrajo a su propuesta. Esto puede dotar al álbum de
algunas lagunillas que no llevan a ningún puerto y que pueden llegar a aburrir
al oído poco entrenado, esto y el hecho de que se lanzó en un momento de ardua
competencia entre otros grandes y esperados iconos de la escena hacen que pueda
pasar inadvertido. Otro punto en contra es el deseo a veces demasiado obvio de
crear himnos que dejan en evidencia una pequeñísima, pero notable falta de
creatividad (aunque se nota mejor compuesto que “Life Cycles”) canciones como "Light House" y "The Runaway" me parecieron infumables y ojo!, que no estoy tan en contra de las propuestas baladezcas, prueba de esto es "94th St.", otra canción suave que a diferencia de las mencionadas, sí me gustó y mucho.
Bueno, ahora sí,
llegó la hora de darle con el gusto a los fans,
aquí vienen los puntos positivos. La batería está compuesta
magistralmente, casi de manual, pero llena de fills y destiempos (a veces propios
de otro estilo, como el Djent). Los teclados, aunque no tan enfermos como los del ya ausente desde hace dos álbums, Dusty Riach, son muy efectivos,
especialmente en canciones como “To Struggle and claw my way”. Las guitarras y
su composición a la deriva sigue siendo muy particular y fácil de identificar
en el mar de clichés que existe en la actualidad y esto es algo muy positivo
para esas bandas que quedarán luego del colapso inminente del género. Sin dudas
este álbum “Real” es un muy buen disco que me sigue dejando con ese gustito de
que Deceiver es y será su punto máximo de hervor, Quizás peco de apresurado
porque incluso terminando esta reseña ya voy comenzando a ver como este álbum
crecerá con el tiempo y sé que me arrepentiré de la valoración otorgada, y esto
es porque canciones como “Broken Circuit” o “Glass Castle” me arrancan una
sonrisa al instante confirmándome que The Word Alive sigue siendo muy fiel a
sus comienzos, y una de esas bandas que amaría ver en vivo y en directo en
algún show, vaya que si tienen canciones icónicas como para armar un setlist de
ensueño ¿no están de acuerdo?
Valoracion: 8/10