En días en que los breakdowns ya no son, ni están, tan IN en la industria musical, y quiza tampoco en el gusto de sus adeptos, materiales como este sobresalen de entre el resto.
Y es que la calidad que regala Cardio Kazan no es cosa de casualidad, ni mucho menos materia de un solo álbum, esta característica ya viene marcada desde los previos, gracias a sus Eps , de los cuales se incluyen tres cortes remasterizadas que totalizan trece deliciosos tracks que en conjunto reciben el nombre de Baralax. Lp debut repleto de melodías pegajosas, escalas recubiertas por breaks a la medida, soberbias demostraciones de ritmo y mesclas casi extravagantes que embelesan el Post Hardcore actual, un tecnicismo simple, o al menos perceptible como tal volviéndolo fácilmente digerible, si bien es cierto podría afirmarse que no es algo puro, pero en consideración de un amante a la música en general esta obra es como pocas, rica, embriagadora, pegajosa, valga la redundancia, melancólica, rabiosa y así se podrían sumar un sinfín de adjetivos más tratando de dejar por sentado que el más mínimo acorde, voz, golpe de batero o lo que fuese dentro de estas composiciones hechas por los Cardio provocan sentimientos diversos y dispersos.
Para dar inicio están las ambientaciones y el narrador que se encargan de los preparativos de lo que se viene, de esta manera Baralax se despide del intro y da pase a una de las tres grandes colaboraciones que se presentan en este álbum Asymmetrical Shadow Vortex, la manera inmejorable para continuar con este robusto material, el toque de Matt Anderson de Adestria le otorga screams por doquier, resultando una canción potentísima que cierra con guitarras y teclas que van construyendo ese transitar ambiguo que reina entre los Cardicos. Esa voz limpia y particular se va emparejando, en comparación con los screams en Euphoria, una obra ya conocida por la mayoria, primer single que se dejaba oír hace ya tiempo, hasta se dan el lujo, como para darnos en la masa encefálica, de recurrir a unos súper agudos, o es que una chica perpetúa sus frases en este track? Que dicho sea de paso rompe lo lineal que podría tornarse la euforia inquietante de esos 3:10 cargados de destreza y velocidad apropiada para jugar con nuestras percepciones.
Y si nos topamos con pedazos que ya están en nuestras mentes la que sigue debería estar más sujeta a nuestras memorias, las guitarras van dibujando esa suspensión, en la que tu desees ubicarte, podrías evitar decaimiento por encaminamiento, mientras suena Ultraviolet Suspension, recomendaría agachar la cabeza pero tan solo para tantear el terreno y ver claro el camino, tomar más impulso y continuar con firmeza y predisposición, poner la cara para seguir, pues al igual que este track que se muestra potente y afinadita todo tiene un tiempo de culminación y tras ello se presentan nuevas historias a escribir, nuevas cosas que experimentar. De esa incursión en algo extraño se encarga Hellion con una duración puntual, 3:01, llena de guitarras que marcan detallitos sin parar acompañando a ese pasmosa voz que adormece y encanta, por qué no, si lo dicho suena demasiado gay podemos despertar de esas turbias desviaciones gracias a la batería y los screams que también llegan a poseer ese nivel preeminente que hace de este un gran material.
Asphyxiation Phenomena llega acompañado, casi por la recta final, de los cleans de Ronnie Winter de The Red Jumpsuit Apparatus, otro plus para este disco, que a medida que se prolonga, inunda el ambiente de algo experimental en escala menor, capaz de flanquear el presentimiento de lo que podría continuar, velocidad traída tras voces limpias, breaks diminutos en juego con escalas, punteos y screams para cerrar esta sexta entrega. El ejercicio de jugar con esa aleación, muy deliciosa por cierto, sigue su desarrollo con mucho esplendor y la encargada de hacer evidente tal aseveración, coma los previos tracks, es la de turno, Black Drop Effect, ritmo y rudeza reinante, mientras nuestra emotividad se ve invocada por momentos, Al-Barzahk se desplaza y ocupa parte del método de invocación, ritmos que sin tener que medírsele y/o comparársele con la velocidad que posee una tortuga tiene el mismo efecto que una lacrimógena balada, espejismo que se va quebrando al compás de las guitarra y screams para devolvernos la dosis de rabia que es requerida para eliminar todo rezago depresivo que pueda amilanar nuestro estado de ánimo.
Continuando con el direccionamiento y procurando salir del ahogo llega otra pieza, ya conocida, Here's To Infinity irrumpiendo con los screams para no dar tregua a los segmentos grises, guitarras rockandroleras deambulan por ahí, continuando así con esa prodigiosa y velocísima mezcla sonora, que tras la finalización de su transcurrir nos presenta la décima pieza, Colossal, una introducción magnifica muy agradable al oído y que te encadena a su continuación, estribillos juguetones, las voces limpias que, como ya se dijo, poseen un particular color, hablando en términos sonoros, hecho que también constituye la singularidad de este Baralax.
Para cerrar con las grandes colaboraciones llega el turno de Don Vedda de Jamie's Elsewhere que hace lo propio en Illuminate Me Stars PT. II, un intro decorado con sonidos secuenciales, voces rítmicas que siguen la línea, jugueteando con las emociones y sentimientos quebrantando la posibilidad de mantenernos en una situación estática, el toque rockanrolero se va perpetuando casi a la mitad, gracias a la guitarra, pero la particularidad que debiera notarse con la voz del personaje colaborador nunca se presenta, es más la distinción de este creo que es difícilmente posible, por lo demás este paraje va contorneando lo que el final nos depara. Justo previo a la culminación de estos 41 minutos, duración total del material, se sitúa In Slow Motion, la más añeja de las tres canciones remasterizadas, las palabras creo que están demás con esta obra, cuenta con un tiempo y ubicación en el historial de los Cardio además de un videoclip que aunque se presente con una trama triada es de fácil comprensión, pero tenemos que anotar el tenue cambio de velocidad a la hora de la interpretación en la versión de este Lp, por lo demás la calidad y sentimiento con la cual se entrega esta composición siguen siendo la misma, ahora bien los efectos que tengan en nuestras mentes es siempre variable, pero como el disco avanza debemos continuar y llegar a Ambiguous Fallacies, el toquecito final que termina de conmocionar nuestro psique, vulnera todo anticuerpo que levantamos por evadir remembranzas que podrían tocarnos la mente y dejarnos reflexionando como si el hecho haya sido consumado segundos antes, nos devuelve la condición de seres emocionales vulnerables al llanto, a una sonrisa, a un beso, una palabra, una mirada, a una efímera acción que no necesariamente vaya dirigida a nuestra persona o que busque captar nuestro interés, tan solo basta con que nuestros ojos se abran y observen determinada cosa de determinado individuo y ese efecto se presenta. La ambigüedad de este material fácilmente puede hacer un recorrido por nuestros continuos cambios de humor y los distintos estados de ánimo por los cuales transitamos, vivimos molestos, tristes, alegres, graciosos, bromistas, deprimidos, amorosos… vivimos tratando de estancarnos en un solo sentimiento, quizá tan solo debamos dejar correr la cinta, esperando la segunda parte…
95/100
Cardio Kazan es:
Eder Horta - Vocal
Joseph Esquivel - Guitarra
Yesua Castañeda - Bajo/Vocal
Mike Lobo - Guitarra
Chris Martinez - Bateria
Fb/CardioKazan
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