Desde que recuerdo a Apostate, siempre han sido esa banda "Novata" que nunca deja de impresionar a oyentes y músicos en general, ya fuese con "Seaborne", "Trapped In A Sleep" o con ese exitoso single "The Hermeneutic Circle", Apostate siempre tiraba rocas desde abajo, impecablemente dando siempre en el objetivo, nosotros.
Lo más reciente y formal que Apostate ha lanzado hasta hoy es "Λ ♦ Λ ♦ Ø" un EP de 5 canciones alucinantes que seguramente te transportarán a un lugar no muy lejos de casa, en un tiempo no muy cercano al actual con música que te hará sentir como si estuvieras ciego.
El prólogo va a cargo de "The Road", casi como el soundtrack del trailer de una película con tintes policíacos y melodramáticos, acto seguido, aparece "The People" metiéndose de lleno en la instrumentación que desde lejos se puede apreciar que ya no son los mismo Apostate de antes, pero ¿a quién le importa si cambiaron o siguieron con lo mismo cuando la música que suena es tan buena o mejor que el estilo anterior? es claro que su propuesta inicial era extraordinaria, y que pintaba para comerse al mundo desde muchos ángulos, pero ésto es realmente una apuesta, un sonido regenerador que sobrevuela por los campos de lo progresivo en cámara lenta, esparciendo una especie de somnífero que te dopa de golpe, pero no te deja tranquilo en ningún sentido. "The Speech" La tercer pieza es un fragmento de uno de los mejores discursos que he escuchado/leído en toda mi vida, "The Great Dictator" interpretado por una figura inmortal: Charlie Chaplin, perfectamente acompañado por una melodía decadente que por momentos te podría hacer perder el contexto del speech.
Casi tan esperado como la respuesta después del incompleto discurso de Chaplin sale "The Rupture" a practicar una vez más ese desastroso Metalcore que ha signado el sonido de este EP, y la línea sigue siendo una adivinanza inverosímil una vez más, aprobando el sonido y siendo desterrados de una melodía que quizás ni siquiera merecemos escuchar, la banda sigue haciendo lo suyo y entre derroches de tecnicismo y expediciones didácticas hacia lo ciclópeamente bello nos trasportan al último escenario de "Λ ♦ Λ ♦ Ø": "The Town" con un intro que sin adherirse al cerebro se pega más que la sarna en las orejas, el acto trae implícita una composición plácida que se vuelve adictiva y nos deja flotar como si siguiésemos la esencia de la pasión, y esa es la pretensión, llevarte al punto más alto para liberar su volatilidad y tronarte en el aire, inexplicablemente resulta, a pesar de que ya para este momento los dudes de Apostate nos han enseñado que la confianza mata al hombre.
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