Esta ciudad (Lima- Perú) como cualquier otra urbe en la actualidad, está rebalsando con mucho caos, maquinas por doquier, calles repletas e intentos por volver a lo básico. Mientras esta realidad golpea un buen escape se presenta al compás de guitarras y batería. Como este último jueves 14 de abril sucedió.
Alex Erian cayo junto a toda su mancha, los Obey The Brave, quienes tras su paso por Brasil y Chile continuaron para recalar en el Etnias Bar (en la fecha del War Mosh Fest), como plato fuerte, todo un lujo para sus seguidores en estas tierras (Perú). Dicho evento, como ya es usual, contaba con su soporte en la web (facebook) en el cual, entre otras cosas, se puede ver el posible número de asistentes (asistir, tal vez asista), y menciono eso porque muchas veces esa herramienta que pudiera ser de gran utilidad para los organizadores, en ocasiones termina siendo un simple click. Digo esto porque, creo personalmente, que ya es hora que un show de estas magnitudes se mude a un local más amplio y esto se lograra si verdaderamente cada click represente el compromiso de asistir. Además de comprar sus preventas con anticipación.
Retomando el camino del show, la apertura estaba pactada para las 20 horas. Llegamos tanteamos el terreno – hallando a los NoBullshit charlando ubicados en sus cómodas sillas- mientras el Dj se mandaba un peculiar tracklist –del cual rescato We Found Love de Rihana, mero gusto personal- Minutos más tarde de lo señalado se habilitaron las ticketeras y el ingreso de los mosheros se hizo realidad.
Entre tanto los mozuelos, No Bullshit, que ya pasaran a ser señores dentro de este género se acomodaban y ultimaban los detalles de su sonido, para arrancar con esta bonita fecha. En esta ocasión tenían una alineación nueva para nosotros, nos topamos con la presencia de un nuevo batero. El mosh se armó de a poquitos y para las tercera canción los ánimos ya estaban al tope. Como para variar el setlist se mandaron un recuerdo que está incluido en su Ep debut.
Los intermedios eran necesarios para desacelerar las pulsaciones. Algunos utilizaban este tiempo para pulir los pasos aprendidos o como yo para dar un respiro y continuar. Entonces Rise In Hard Days subió y también la rompió, se apodero del lugar he hizo corear a todos los asistentes. Por ahí un track capturo por demasía mis odios y es que encontré ese desdoblamiento o mejor dicho ese recorrido de la quietud al caos más destructivo, ustedes saben de qué tema hablo, pues hicieron de ese el punto más álgido hasta ese momento.
Tras otra para necesaria llegaron Tus Últimas Palabras y volveré a decir que ver a esta banda es todo un espectáculo, por algún motivo la performance del vocal catapulta todo lo que hacen estos señores, si por ahí se percibe algo de suavidad al oír sus composiciones grabadas, en vivo se encargan de pagar la deuda de brutalidad y de dejar muy en claro que están para grandes cosas. Para esta ocasión ellos retornaban tras un pequeño tiempo de reposo, así que esperemos que pronto nos traigan buenas nuevas.
La noche ya estaba hecha desde hace rato, así que no podía faltar la cuota de Alhambre, se podría decir que parte de la historia viviente del hardcore peruano, estos señores son la convicción personificada, toda la energía entregada en cada canción fue muy bien devuelta por la gente que no paraba de saltar, patear, empujar, etc, etc y etc hasta hubo un pequeño instante en el que el vocalista fue a dar al piso pues la multitud se aproximó demasiado (cuidado señores). Entre el tracklist que se mandaron incluyeron un nuevo sencillo que se incluirá en su próximo álbum, hay Alhambre para más.
Ya estábamos a una banda de la histórica visita de Obey The Brave, y los encargados de pasarle la posta serían los Colisión Frontal, con sus dos frontman, y su hardcore con pasajes Numetal y Rap enfebrecieron todo el ambiente, mucho punch sacado desde lo más esencial del ser, el interior y las ganas de sentirse realizado, esto hizo mover por doquier a la gente y significo la previa precisa para lo que se venía. “Como dicen ellos CHC - DIY”
La hora poco importaba –efectivamente no sabia el tiempo que macaba el reloj- pero lo que si se sabía en el Etnias Bar, era que una vez más gracias a los esfuerzos de una escena conformada por nuestros bolsillos -y no por los mecenas-, más por el gran empuje de la gente de Comas Hardcore, 511 Underground y las personas de su entorno, el objetivo de tener a unos grandes del Metalcore/Hardcore ya estaba por cumplirse. Era la hora de Obey The Brave, quienes desde Canadá, llegaron, tomaron el recinto del histórico y manoseado Jirón Cailloma e hicieron mierda todo vestigio de silencio, si es que quedaba alguno por ahí. Los cuerpos se golpeaban entre sí, vaivenes que nos llevaban contra el escenario, cuerpos volando (ojo se tiraban del escenario nada más), voces grupales secundado cada coro, fue un espectáculo energético, digno de resaltarse.
La entrega de los Obey The Brave en cada canción se podía percibir segundo a segundo, movimientos que demostraban el disfrute de cada individuo, esto a pesar de las dificultades. Sudor y muchos gritos ensordecedores demostraron que aunque no se cuente con el apoyo de los medios masivos, este tipo de expresiones, quizá satanizadas por algunos sectores, goza de un sequito firme, fraterno, fuerte y con ganas de hacerse sentir. Vamos que este tipo de shows no mueran apoyen y reconozcan que a veces podemos empujar un poco más.
Antes de culminar desearía acotar un par de cuestiones, que en un primer momento no las quise incluir pero veo necesaria su mención debido a que tienen que ver con actos de violencia –ojo, el mosh no tiene nada que ver- 1; Observe la certera patada en la espalda que sufrió una señorita, esto gracias al furor de un joven que mosheaba, muchas veces me siento atraído por el mosh, pero hay momentos, así como también ciertos lugares donde se ubican personas que prefieren observar y mantenerse tranquilos, creo que sería bueno respetar el espacio y la forma de disfrutar de cada espectador, Moshea con quien Moshea. 2; Por unos cuantos segundos se aglomero la gente en lo que parecía una pequeña trifulca ocasionada por el mosh, aquí también puede entrar a tallar ese detalle de respeto. Sabemos que los roces en el mosh son brutales, así que sería preferible que ningún incauto caiga en este bailecito, pues pudiera verlo como una agresión y reaccionar de mala manera. Una vez más Moshea con quien Moshea.
Paz & Respeto.
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