Un año ha pasado ya desde que los chicos de Hearts & Hands publicaron su EP debut, que como a muchos, capturó mi atención por ser el proyecto alterno de Alex Koehler, vocalista de Chelsea Grin, siendo este nuevo grupo un proyecto muy tirado al Metalcore, lejos del Deathcore que ya nos tenía acostumbrado, así este nuevo grupo empezó a ser reconocido dentro de la escena por la curiosa formación que tenía y su debut a pesar de no haber sido el más magistral dentro del género, capturó a muchos fans por el interesante estilo que tocaron, pero, hace algunos meses, el mismo Koehler confirmó que abandona la agrupación para dedicarse exclusivamente a Chelsea Grin, dejando a Hearts & Hands en un futuro incierto, pero esto no detuvo al grupo ya que en los días siguientes anunciaron que estaban en la parte final de la producción de su primer larga duración que los ha hecho dar un paso adelante como un nuevo grupo, con una nueva faceta y mentalidad, con el mismo género que ya manejan, pero explotado al cien por ciento.
My Own Machine es el titulo del nuevo disco del grupo en el cuál podremos notar un Post-Hardcore a base de cleans, muy alejado al Metalcore que tocaron en el EP anterior, basado prácticamente en la voz de su vocalista Garrett que sigue demostrando que su voz es una maravilla. El disco, dividido en 12 temas nos demuestra una completa madurez del grupo, con momentos más ambientales y atmosféricos, sin dejar de lado los momentos brutales a los que ya nos tenían acostumbrados, junto al clásico Post-Hardcore que se han venido tocando; otro de los elementos que el grupo explota son los coros grupales que aparecen en la mayoría de los temas del disco lo que provoca que el escucha siento la necesidad de gritar junto a ellos.
Empezando con un corto intro, el disco pega de lleno con The Chosen Ones, uno de mis favoritos del grupo, desde el inicio denota muchísima energía y movimiento, con una batería que roba todo el protagonista junto a las guitarras que por momentos se dejan escuchar y por momentos simplemente se siente como si no existieran, las voces son otro de los puntos fuertes, buenísimas como lo demostrará en todo el disco, seguimos con Close Your Eyes que sigue la misma línea, con unas guitarras cargadas de energía y una batería que sigue robando protagonismo, un tema para cantarlo a todo pulmón, pero, como mencioné anteriormente, es un tema con la misma línea que el anterior por lo tanto no hay mucho que agregar, pasamos luego a Dirty Little Lies un tema MUY lento, con uno que otro elemento electrónico de fondo y que por momentos cortos toma un poco de velocidad y emoción, pero no pasa a más, un muy buen tema a pesar de lo lento que es, luego está la homónima My Own Machine de los mejores cortos que tiene el tema, más violento y rápido, con la incorporación de los coros grupales y algo que muchos como yo los sorprendió: guturales; el tema tiene en la parte media - final los guturales de Garrett lo que le añade muchísima brutalidad al tema, junto a un poderoso Breakdown, ya se extrañaba un poco esta faceta del grupo, luego va Faithless, otro tema rápido y emocionante, con unos arreglos de las guitarras buenísimos y de nuevo tenemos lo que queríamos, con esos poderosos guturales junto a ese magistral Breakdown, de lo mejorcito que tiene el disco, y finalmente tenemos mi favorita titulada simplemente como Faith otro tema lleno de emoción junto a los coros grupales, muy rápido y sigue la línea de los dos temas anteriores al añadir guturales que están hechos por nada menos que Bert Poncet de la agrupación francesa Chunk! No, Captain Chunk! que le añade un hermoso toque al tema, que lo hace rebosar de brutalidad, tal parece que volver a hacer temas pesados le encantó al grupo que decidieron poner tres de una vez, pero, luego de la tormenta viene la calma con Come Home uno de los dos temas acústicos que el disco nos trae, apagando completamente la llama que encendieron con los temas anteriores, no es malo, para nada, pero luego de tremenda emoción que el grupo nos ha brindado, un acústico aquí está un poco mal, a puro canto y sin ningún otro elemento que deba ser mencionado, Let Go, nuestro siguiente tema retoma la energía, con elementos electrónicos de fondo, y uno que otro momento que te hace mover la cabeza y he de mencionar que las guitarras en este tema tienen un no sé qué que me fascina, en la mitad, los coros grupales junto a la batería te ganan completamente, un muy buen momento en el tema. En la recta final tenemos a Leave It Al Behind, un tema lento, pero emocionante, con muchos coros grupales buenísimos y que te provocan gritar y los cleans en este tema en especial se escuchan de fantásticos, tenemos luego a The Sun Always Rises, tema muy similar con el anterior, con los coros grupales y los cleans que se escuchan hermosos, un tema un poco más atmosférico en la parte instrumental y no tan emocionante como el anterior, pero siguen el mismo juego, diciéndonos adiós y gracias por escuchar, con un final cargado de emociones para dejarnos con la última, una ya conocida, la versión acústica de Faith, muy emotiva si me lo preguntan, por el mensaje que trae y los cleans que ahora sí, se despiden de nosotros, con su mejor participación, demostrando que hasta en los temas acústicos, este grupo sabe muy bien lo que hace poniendo el punto y final a My Own Machine.
En conclusión, tenemos una producción muchísimo más madura que la anterior y lo mejor del caso es que la ausencia de Alex ni se hace notar, ya que el grupo ha sabido muy bien cómo arreglárselas para encontrar un género que se les acople de manera perfecta. Este disco ha sido de lo mejor que he escuchado en el tema y el grupo ha dado un gigantesco paso hacia adelante, esperemos y en un futuro mejoren la fórmula que usaron en esta ocasión y nos traigan un mejor material, más maduro, con menos temas lentos y muchísimo más movimiento.
NOTA: 80 / 100.