Déjenme comenzar esta reseña con un descargo. En la actualidad “disfrutamos” de un falso sentido de creatividad donde las bandas, para poder cubrir esa cuota de originalidad y supuesta evolución musical, no tienen mejor idea que cambiar abruptamente de género, dejando a miles de fans con gusto amargo en la boca, prueba de estos cambios pueden ser los nuevos lanzamientos de We Butter The Bread With Butter, el ya difunto Attack Attack! Asking Alexandria, My Ticket Home, Motionless in White o Bring Me The Horizon, etc. Muchos de ellos abrazando el éxito, pero sin inventar realmente nada nuevo, solo incursionando en otros géneros viejos. Perdónenme, pero a eso yo no le llamo evolución, le llamo tirar una soga para atrapar nuevos fans y cagarse en sus fans de siempre y no me vengan con la estupidez de “si fueras verdadero fan los seguirías en todas sus facetas”, si no satisfacen mis necesidades musicales se pueden ir a la verga y puede ser bastante egoísta, pero es así, nadie paga una entrada a un show de una banda que no le gusta. Lamentablemente debo decir que estos cambios radicales se han dado muchísimo dentro del género que más me atrae hace años, hablo del Metalcore o Post Hardcore con toques de electrónica. Y aquí veo cómo las bandas usaron este estilo para llamar la atención y a quienes realmente aman a dicha fusión y se mantienen fieles al género, porque esta fusión no es una moda descartable que pasa y se queda en el rincón juntando telarañas. Bandas como The Browning o I See Stars siguen apostando a esta propuesta y por ello no puedo evitar sentirme agradecido.
Es con esta nueva placa titulada “New Demons” que I See Stars escala otro gran peldaño en el ya abandonado podio de bandas del género. Con 12 canciones solidísimas reafirma lo que logró con “Digital
Renegade”. Una mezcla de agresividad y melodía perfecta, utilizando muchísimos recursos diferentes de electrónica como elementos Trance, Dubstep o Dance mostrando que saben exactamente lo que hacen y no se dedican a poner una pista por obligación. ¿Por qué digo que reafirman lo que lograron con su anterior lanzamiento? Porque no me olvido que su segundo disco “The End Of The World Party” no fue para nada un buen álbum y ellos supieron verlo y cambiar a tiempo. Esa autocrítica en el ego crecido de las bandas es siempre un buen síntoma y al menos de mi parte, algo que admirar. Aquí nos encontramos nuevamente con una apuesta agresiva llena de resentimiento en piezas como “Violent Bounce” (Un uppercut directo a la mandíbula de Ronnie Radke) o “Murder Mitten”. Pero atención, no extrañaremos las melodías porque Devin sigue haciendo uso de su particular registro vocal a lo Kellin Quinn (bastante más pulido a mi criterio). Quizás desde su primer lanzamiento “3D” las guitarras que eran protagonistas pasaron a un segundo plano y eso puede llegar a ser la única contra del actual ISS, por lo demás, canciones como “Ten Thousand Feet”, “Crystal Ball” o “Boris The Animal” ponen casi sin esfuerzo a este álbum en el top 10 de lanzamientos del año y quizás entre el top 3 o 5 del género. Recomiendo que empiecen a tomar a esta banda un poco más en serio porque si siguen así serán más que una banda grande. Con el apoyo de la gente en un par de años los veo cerrando shows enormes, y es que casi sin llamar la atención siguen engrosando su repertorio con canciones que automáticamente se transforman en clásicos. Esperemos que pronto pasen por Latinoamérica. Por lo pronto no puedo decir más que bien hecho ISS, dejaste nuevamente contentos a tus fans de siempre y hoy eso ya es mucho pedir.
Valoración: 9.5/10
[Envío Gratis con Amazon Prime]